viernes, 9 de abril de 2010

Desocupado


Ya sin nada que hacer en la oficina, me pongo a manipular el saca grapas; no obstante, la perforadora, que es roja como el saca grapas, se mantiene quieta en el escritorio, solo presionada por la madre gravedad.

Divago con algunas ideas, bamboleo el pie despreocupadamente, aunque atento a las urgencias de mi jefe, me relajo como un bañista de verano.

Luego sin percatarme, una punzada metálica me atraviesa la piel de un dedo, el méndigo saca grapas, me ha herido, aunque no ha sido intencional, ni de mi parte, ni de la suya. Pero presiento que la perforadora tiene algo entre manos, o al menos, entre ese par de dientes perforadores y no es papel.

Pero como ya es costumbre mía, adelantarme a algunos acontecimientos, no me preocupo, porque tengo preparada una estrategia. La he trasmitido disimuladamente al saca grapas y al parecer he sido muy explicito, tengo de mi parte a este pequeño, mucho mas ágil y fatal; en cuanto aviste la primera malediciente intención, ejecutare la estrategia.

Con el rabillo del ojo, un movimiento leve, casi imperceptible, me viene de la roja perforadora, y cuando estoy listo a actuar; una boca de cuatro dientes, se me arroja contra el rostro. Luego, un grito desconcertado me nombra, es mi jefe, viéndome con consternación, mientras sostengo el saca grapas, frente a mis narices. Sonrió gentilmente, viéndome totalmente desocupado.


2 comentarios:

.Melissa Luzardo dijo...

jajajaj.. osea te pillaron haciendo nada! jajajaaj...

era que estrangules al saca grapas antes que te vean.. jjii

santiago dijo...

Ponte a trabajar carajo!!!! Jajaj